Hola 2013. Debo decir que, encuentro una estupidez esto de que, cuando cambia el año, también tengamos que cambiar nosotros. NO ES ASÍ. Odio que la gente diga la errónea frase que titula esta entrada. ¿Quién dice que no podamos hacernos nuevos propósitos cuando queramos y que no podamos cambiar cuando nos apetezca? Siempre estamos a tiempo de cambiar y reflexionar sobre lo que nos pasa en la vida, esperar al año nuevo me parece una tontería.
Sí, mucha gente quiere cambiar, yo, por ejemplo, lo he hecho muchas veces este año, también he cometido errores catastróficos y he aprendido muchas cosas, he madurado junto a gente especial para mí, he hecho nuevas amistades, he conocido a grandes personas, me he caído y, a veces me han sujetado antes de llegar al suelo, otras he tenido que aprender a levantarme sola, con la cara llena de lágrimas y las rodillas un poco peladas, y por eso, y muchas cosas más, le debo mucho a este 2012, pero no sólo a este 2012 sino que también les debo cosas a los otros años, porqué siempre se puede aprender, de cualquier experiencia se puede extraer algo bueno.
Por mucho que intente cambiar, por mucho que intente ponerme una máscara e introducir propósitos en mi vida, ella seguirá decantada hacia esa estúpida persona que sigue poniendo retos en su propio camino, que sigue tropezando dos veces con la misma piedra, esa persona que se fabrica obstáculos y que se impide llegar a la cima, esa persona, que somos nosotros mismos, los únicos que no nos dejamos alcanzar nuestros sueños cuando realmente es lo que necesitamos. Siempre seremos nosotros y ya está. No tengo muchos propósitos para este año, lo único que quiero es equivocarme, sí, equivocarme muchas veces, para poder aprender y llegar muy, muy lejos.
Feliz 2013!
